Cuando yo era pequeña guardaba mi paga en una hucha de porcelana, en forma de cerdo, pintada con flores. Siempre había pensado que aquella hucha era mía hasta que, un día, ya de mayor, quise traérmela a Barcelona. Mi padre me la negó aduciendo que aquella hucha era suya “porque él la había comprado”. Esta respuesta dio vueltas durante años en mi cabeza, hasta que conseguí sacármela de dentro escribiendo El cocodrilo de Gustavo, un libro que habla del vínculo que nos une a ciertos objetos.
La historia se centra un niño que —sin permiso de su prima— se ha deshecho de un viejo juguete y ya no puede recuperarlo. O tal vez sí… Por el barrio circulan leyendas sobre el extraño personaje que remueve con un garfio los contenedores y rebusca entre las basuras. ¿Será verdad lo que dicen de él, que es capaz de devolver a sus propietarios las cosas que han perdido, o son sólo habladurías?
Gustavo tendrá que averiguarlo aunque resulte peligroso.
7+
La propiedad de los objetos y el modo en que nos vinculamos a ellos
Relaciones familiares y de amistad
Aventuras cotidianas, pero también fantásticas y de piratas
Ilustraciones de Joan Fernández
—Verás niño, uno no puede repartir los tesoros que se encuentra por el mundo, así como así. Devolverlos a las personas a quienes pertenecen es una gran responsabilidad —advirtió el chatarrero señalando ceremoniosamente la impresora averiada, el taburete junto a contenedor de reciclaje y los cacharros que llevaba en su carrito de supermercado.
El cocodrilo de Gustavo
Algar Editorial, 2015
13 x 20,5 cm 80 p. 22 ilustraciones
ISBN: 978-84-9845-795-7
©texto Gabriela Rubio
©ilustraciones de Joan Fernández