Lo más natural, cuando algo nos asusta, es que nos arruguemos y miremos para otro lado. Pero, entonces, aquello mismo que evitamos suele regresar por la noche en forma de pesadillas. Ese es el tema de El monstruo del miedo. Un relato sobre una niña demasiado precavida para sus seis años y también muy miedosa, en buena parte por la protección exagerada de los adultos.
Virginia siente temor por los coches, los insectos, los perros, la oscuridad y hasta por las espinas del pescado. Pero un curioso monstruo la ayudará a cambiar.
Prestad atención a los nombres de los personajes. En este, como en casi todos mis relatos, os darán muchas pistas sobre los protagonistas.
80.000 ejemplares vendidos
Seleccionado por la SEP de México en 2008
La sobreprotección. Los miedos. Terrores nocturnos y pesadillas.
4.519 palabras
A partir de 7 años
Vida cotidiana. Superación personal.
"A los seis años, Virginia tenía miedo de caerse, de atragantarse, de morir envenenada por la picadura de un insecto, tenía miedo de los perros y de las espinas de pescado, de arañarse con los arbustos, de que la golpearan con una pelota, de los coches, de tropezar y, en definitiva, de casi todo.
Como, por ejemplo, de los Vampiros
«¿De los Vampiros?» preguntaréis.
Sí, sí, de los Vampiros.
«¡Pero si los Vampiros no existen! —diréis, acertadamente.
Yo ya lo sé, que no existen. Pero para Virginia —que nunca se había dado un golpe en la cabeza— eran tan terroríficos como un chichón, y les tenía el mismo miedo.
¡Cómo odiaba quedarse a oscuras en su habitación!
Sobre todo cuando la ventana estaba abierta y podían colarse en plena noche…
«Flap, flap, flap, flap —el inconfundible sonido de unas alas sacudió el dormitorio y una pequeña sombra, más densa y oscura que las demás sombras, atravesó las cortinas y fue a instalarse en un rincón…"